LinkedIn es: profesional, muy profesional

LinkedIn, es profesional, muy profesional.

Esta frase, da cuenta de algunos comportamientos en LinkedIn que dan que pensar y sobre todo, dan que pensar sobre las personas que los realizan o los cuelgan en su muro.

LinkedIn es profesional, no es Facebook.

Hace unos días escribía sobre las fotos en LinkedIn, independientemente de las consideraciones que hacía, ver el muro de algunos de tus contactos llenos de frases lapidarias (¿he dicho que tengo una especial «querencia» por las de Paulo Coelho?) con unos diseños que son toda una oda al mal gusto, te hacen mirar el navegador, para saber si estás en LinkedIn o Facebook.  

No me hace falta entrar en mi perfil y encontrarme «arengas» y «pamplinas de plato vacío» cada mañana, como me comentaba recientemente un profesional: no quiero frases motivadoras en los pasillos, quiero herramientas para hacer mi trabajo mejor y poder atender a mis clientes de la mejor manera posible. He dicho.

Mi inmail en LinkedIn no lo aguanta …

Sí, está quisquilloso, se va haciendo viejo, teniendo en cuenta que ya son unos años en la red. Mi correo electrónico se cansa de:

Correos-post. 

• Voy a decirlo «desde el cariño y sin acritud», si quiero leer de momento soy lo suficientemente autónoma (freelance en modo cool) como para teclear un blog y leer el artículo, incluso, en un alarde de inteligencia inusitado utilizar hasta agregadores… No me mandes tus post, si los publicas en tu muro o grupos y me interesan los leeré, sino, no hace falta que ejerzas de «calzador literario»

Correo Autobombo. 

• Estupendos, maravillosos, the most famous company…¡Ay! qué hastío…(sí, estoy de lunes y que no venga uno/a a decirme que son maravillosos o frases motivadoras de inicio de semana…) A mí, que algunos contactos se pavoneen enviándote un correo electrónico me produce el mismo efecto que si lo hicieran delante de una ameba. Te estás ganando una expulsión… o un «directo a la papelera y sin contemplaciones»

«No nos conocemos, pero ya que me has aceptado, pues, ya si eso, te cuento mi vida»

• Por un «bien parecer» (que diría mi abuela) una es educada y responde con un mail de agradecimiento a quien tiene el interés de incluirme en su red. OJO, que yo te de la mano en señal de gratitud no te  autoriza a cogerme el brazo y casi ahogarme con un correo en el que me relatas tus vicisitudes reales. Sí, soy psicóloga, sí, pero no soy un 24 horas, ni el teléfono de la esperanza (sí, también soy borde)

Email «RR.PP.».

• Algunos/as le cogen el gusto a aquello de presentar a contactos comunes y te confunden con un repartidor/a de flyers con copas a 2 euros. Preséntame a tal, a cual, sin orden ni concierto ni con un objetivo claro. Yo no soy una Public Relations, sí, una simple mortal, si quisiera ejercer de «agencia de contactos» igual no estaba en LinkedIn

Spam masivo.

• Disparo a todo lo que se mueve, igual estoy buscando una empresa de ingeniería, busco trabajo allí y envío un correo a toda mi red. Total, es gratis… Utilizar la probabilidad o las matemáticas en la economía, por lo de que es una ciencia social (lo dejaremos aquí para no levantar o pisar ampollas, si hoy está mi lado más destroy)

Correo dame algo.

• Igual es que hace mucho tiempo que no salgo a ligar, pero yo creo que eso del cortejo, el «currárselo» un poquito también está bien. Construyamos algo «que no podamos olvidar» y luego ya pasamos a  mayores. Con educaciónnos contamos brevemente qué hacemos y si en un futuro nuestros caminos se cruzan, hablamos, son relaciones a largo plazo, no rollos de aquí te pillo aquí te mato

Email «beca».

• Si midiese el número de veces que me han aceptado para otorgarme una beca en un máster, debería ser la reina del universo. El «spam» educativo, sobre todo en tiempos de pandemia (acabo de darme cuenta que bien podría dar título a un postgrado «El spam educativo en tiempos de pandemia») es insufrible. Mucho más, la proliferación de invitaciones a cursos, webinar y formaciones de muy dudoso pelaje (lo dicho, nos estamos cargando la red, bueno quizás San LinkedIn ha decidido venderse vilmente).

Profesional, muy profesional es LinkedIn.

(repite esta frase como Manuel Manquiña en Airbag)

En línea con lo anterior, LinkedIn no es una red para compartir memes y virales, salvo que tengan que ver con tu negocio. Todo lo que haces en LinkedIn forma parte de tu imagen, no sólo tu foto. Que he llegado a ver hasta la foto del «famoso vestido daltónico».

Sobre los excesos políticos, ya si acaso ya eso, qué hartura de tertulianos frustrados. No me interesan tus ideas políticas, ni tus filias ni tus fobias, lo siento, me interesa qué sabes hacer, soy así de simple, como el mecanismo de un botijo.

Nota: en tiempos de pandemia la «viralidad» es universal (chiste para iniciados).

Quid pro quo, yo te doy validación, tú me das validación. 

Por defecto LinkedIn ofrece a nuestros nuevos contactos la posibilidad de validar las aptitudes que están indicadas en nuestro perfil, así como, te sugiere otras que pueden estar en línea con tu trabajo y/o experiencia.

De un tiempo a esta parte (llego siempre tarde…), me encuentro con validaciones que no quiero, no tengo y por ende, no voy a incluir en mi perfil (si, sé hablar español, pero no lo voy a poner como aptitud por aquello de que su adquisición viviendo en España «taytantos» años de forma cuasi innata).

Aunque me valides una y otra vez con el objeto de que yo en agradecimiento haga lo mismo (esto se llama hacer amigos), si te acabo de conocer, no puedo validar a alguien que no sé como trabaja… Ésto no funciona así, esto no es un mercado del trueque, aunque a veces parece un bazar, con tanta venta.

De las referencias cruzadas («cross referencing» por aquello del marketing…) ya hablé aquí.

No puedo utilizar LinkedIn como Mailchimp o cualquier gestor de correo.

No estoy consintiendo, si me hago contacto de una persona, que pueda utilizar mis datos para incluirlo en su lista de clientes y/o correo. Yo de momento no te he  dado permiso, ni por omisión.

Y a ti, ¿qué cosas no te gustan? Cuéntame, cuéntame.