Todo arde si le aplicas la chispa. No es que me haya vuelto pirómana, aunque, a días, el diablillo que te susurra al oído me dice… ( me veo en un jardín del que va a ser difícil salir) Mientras trabajaba, escuchaba la «Chispa adecuada» de un genio llamado Enrique Bunbury y me dio qué pensar (también me da qué pensar esta asociación de ideas tan peregrina, ¿se llama pensamiento divergente? ¿algo patológico?)
Lo dicho, todo tenemos ese fuego interior (ojo, que os veo venir mentes sucias e inquietas) o usando otra metáfora, a veces necesitamos a personas «chispa» (que no achispadas, bueno en ocasiones también, ¡uf! qué farragoso este post) que azucen, enciendan y hagan vibrar lo que llevamos dentro, que enciendan nuestra chispa, en el caso del desarrollo profesional, aquellas cualidades que nos hacen brillar, no deslumbrar, porque siguiendo con los símiles, veo demasiadas estrellas fugaces en el «firmamento social».
Palabras para encender la chispa.
Menciona la canción que «las palabras fueron avispas», eso mismo; una frase, una palabra adecuada sirve para encender la chispa o cambiar el chip. No soy del rollo «automotivaciónPauloCoelhoconAlbertEspinosa» pero sí me he encontrado en mi vida o en mi trabajo con personas y profesionales «avispa» que consiguieron hacer arder la chispa. Quizá sea esa una de las funciones que los profesionales que nos dedicamos a esta cosa llamada RRHH deberíamos practicar. ¿tu qué piensas?
En concreto, debemos ser avispas y no siempre con aguijones suaves, pero si lo suficientemente poderosos como para que la persona arda, sin que se inmole. O dicho en cristiano, asesorar, corregir sin lanzar al vacío y sin red. No sólo como consultores de carrera, sino como responsables de la gestión del capital humano, de ser la persona encargada de encender la motivación y detectar los posibles «apagones».
Chispa adecuada para distinguir lo complicado de lo simple.
La chispa, que parafraseando a Bunbury, «haga distinguir lo complicado de lo simple». Porque, ¿a qué viene todo este rollo?. Será que me encuentro con frecuencia a profesionales a los que apagaron «su chispa» (su enorme saber, en el caso de los senior es sangrante, señores/as revisemos nuestras políticas de selección y dejemos de crear cementerios de elefantes con enorme talento) y otros, a los que dejaron arder e inmolarse (lanzando a la piscina del emprendedurismo y la hiperactividad «mediática» y formativa) en un fuego muy «cool» pero que da poco calor (supervivencia).
Todo arde si le aplicas la chispa adecuada, siempre que quién encienda la llama sepa lo que tiene entre manos.
Excelente forma de verlo, creo que de eso se trata el arte de adaptar lo que el autor pensaba a nuestra realidad.
Hola Belén!
Me ha gustado mucho tu reflexión. La cantidad de talento senior apartado de los procesos de selección precisamente por su condición, es uno de los motivos de que la «chispa» brille menos, aunque esto mismo te obligue a avivarla.
Es un momento difícil para todos pero entiendo que las empresas deben apostar por diferenciarse dando un servicio de calidad y esto no pasa por contratos en prácticas o de formación,. ¡Ojo! no digo que no se deba apostar por estas modalidades o que no se vaya a encontrar talento en ellas, ¡por supuesto que si!, pero no únicamente. Este proceso suele tardar en dar sus frutos y mientras tanto el factor diferenciador se resiente.
Bueno, lo dicho, me ha gustado mucho tu reflexión y espero que seamos muchos los que la hagamos.
Un abrazo!
Hola Carolina!
Si, ya escribí sobre la necesidad de retener la experiencia, aunque me has dado pie para escribir otro post. Totalmente de acuerdo, con la necesidad de incorporar talento joven, pero deberíamos replantearnos la necesidad de mantener esa experiencia y know how «acumulado», que en muchas ocasiones ahorraría más de un disgusto.
Gracias por pasarte y comentar, un abrazo.
Pues si, yo también pienso que una de nuestras funciones debería ser la de proporcionar la chispa que dé ideas, que abra posibilidades, que ilumine para establecer objetivos, para producir cambios o para mantener la motivación en un momento bastante complejo y lleno de incertidumbres que deberemos responder.
He visto a Bunbury hace unos meses. Me gusto mucho 😉
Gracias por compartir una reflexión que yo creo necesaria
Gracias Xose, si a veces generar, servir como acicate es un labor muy importante. Al menos yo lo intento, intento pensar cosas nuevas, o nuevos caminos para mis clientes. Buscar en otras áreas en las que poseen conocimientos y/o experiencia y no han sabido explorar y explotar. Con Bunbury subrayo lo dicho.
Como siempre, tus palabras y reflexiones son bienvenidas.