Definiendo objetivos. ¿Consigues hacerlo de forma eficiente?

Definiendo objetivos. Cuesta creer, que uno de los problemas con los que se encuentran las empresas y por consiguiente, sus múltiples departamentos sea la definición de objetivos.

Cabría preguntarse: ¿qué es un objetivo?. Podríamos definirlo como una meta o finalidad  que se pretende conseguir o a la que se pretende llegar. Aquí nos surgen otras cuestiones; ¿es lo mismo un objetivo que una meta?.

En contra de lo que pudiese parecer las metas son los pequeños pasos que damos para alcanzar nuestros objetivos. Suele confundirse la meta con el objetivo general, que es aquel que determina nuestro fin último. El objetivo es el final de la carrera, las metas son las diferentes etapas.

¿Cómo definir los distintos tipos de objetivos?

Para conseguir nuestros objetivos como empresa o como departamentos hemos de determinar multitud de metas, que podrían clasificarse en espacios de tiempo:

• Metas a corto plazo. Cuya consecución puede lograrse entre seis meses y un año.
• Metas a medio plazo. Se llegará entre uno y tres años.
• Metas a largo plazo. Aquellas que se alcanzarán a partir de los tres años.

Una vez que hemos definido los tiempos de consecución, hemos de definir las metas que nos ayudarán a conseguirlos Para ello, debemos definirlos de manera cuantitativa y de manera cualitativa. Es decir, «cuánto» y «qué» queremos conseguir.

No obstante uno de los errores más comunes consiste además de confundir metas con objetivos (acciones para la consecución del mismo con el objetivo en sí), en creer que cuantos más objetivos se definan, mayor será nuestra efectividad. A veces, es más productivo definir objetivos generales que poder desmenuzar en diversas metas.

Por otro lado, otro error se da en la definición de los mismos, valga el ejemplo: quiero ser multimillonario. En contra de: quiero alcanzar un nivel de facturación de 5 mill. de euros en 10 años. Se trata de diseccionar, de definir, de cuantificar aquellos objetivos cualitativos que queremos conseguir como empresa, sin olvidar, claro está, que dentro de la definición de objetivos existe el parámetro realismo, muy presente y a tener en cuenta, para no perdernos en utopías empresariales.