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Cartas PresentaciónDesarrollo Profesional y de Carrera

Esas «cosas»; por las que no funciona tu carta de autocandidatura.

By 18 noviembre, 2014 12 Comments
por qué no funciona tu carta de autocandidatura

Escribo este post presa del pánico (qué exagerada) y aún más cuando recibo cartas de autocandidatura de profesionales de RR.HH., que doy por supuesto, que saben de lo que les hablo… Pues parece ser que no, porque después de varios correos que me dejan estupefacta, ojiplática, hierática, catatónica (prometo que me no me encuentro bajo los efectos de ninguna sustancia psicotrópica) he decidido escribir este post.

Antes me gustaría que te hicieses estas preguntas sobre tu carta de autocandidatura:

  • Cuántas cartas de autocandidatura mandas diariamente
  • Cuántas están personalizadas
  • Cuánto conoces la empresa/persona a la que se la envías
  • Cuánto tiempo dedicas a prepararlas

¿Por qué no funciona tu carta de autocandidatura?

Ese «estimado» objeto de deseo.

La mayor parte de las cartas empiezan con un: Estimados Señores, cosa lógica y normal, ¡claro!, todos los que trabajan en RR.HH. son señores y son un grupo. Vamos bien, antes de mandar una carta asegúrate por todos los medios de conocer a su destinatario/a y nombrarlo, las redes profesionales, la web de empresa y el trabajo de investigación previo (sí, debe haber habido investigación a priori) te facilitarán el camino. Esta muy bien recibir cartas de presentación con «Estimados Señores» y ser, una y señora, me suena de algo pero no caigo.

A la atención del departamento de RR.HH. como fórmula genial de creatividad.

Cada vez que recibo una carta con atención al departamento de RR.HH. me da cosa abrirla sobre todo porque como soy Consultora, como pone en mi bio y trabajo sola me da miedo «soliviantar» la RGPD y que no sea para mi. No tengo tantos departamentos, que trabajo en diferentes áreas sí, pero que tengo infinitos departamentos… Esto vale para mi y para muchas empresas que no tienen departamentos «físicos» de RR.HH. o no se llaman así. Más de lo mismo, copia y pega de San Google y a rezar…  Si es que no aprendemos…

Para qué quieres contactar conmigo.

E-mails que empiezan «Les envío mi CV para que sea considerado en futuros procesos». No sé que hace, no sé que quiere, no sé a qué puestos se refiere, sólo sé que no sé nada(la noche me confunde). Si vas a enviar una carta de autocandidatura cuéntame para qué posibles áreas de mi empresa puede valer tu perfil, personaliza la introducción, no escribas lo de de todo el mundo, que después de verlo 50 veces, cansa un poquito…

Soy bueno/a y no lo sabes (con pose Julio Iglesias).

Está bien que me hables de tus puntos fuertes, pero no te pases de «chulito/a» (hoy estoy en versión cañera, no apto para hipertensos/as). El ejercicio de egocentrismo durante líneas puede aburrir a la persona más paciente y considerada del mundo. No me interesa lo bueno/a que eres sino qué haces para que yo quiera contratarte. En algunas cartas se podría medir la densidad de «Yo» como «posicionamiento de natural egocéntrico» genial.

Te voy a contar mi CV por si luego, si acaso, ya eso…

Se ve que muchos piensan que después de la carta no abres el CV. No me cuentes lo mismo, no me recites sin ton ni son tu CV, que luego me lo voy a leer, cuéntame qué habilidades del mismo son útiles para mi empresa o para la posición que quieres desempeñar en ella.  Aquí en este mismo apartado encontramos la parte más creativa y literaria de los candidatos, en muchas ocasiones da para una mininovela.

Deslocalización a mi…

Muchos/as solicitan en su carta de autocandidatura que quieren trabajar contigo, pero en su ciudad, región o país, aún a sabiendas de que no se poseen sedes, oficinas o delegaciones en las mismas. Deben ser unos/as adelantados a la visión de negocio, porque sino no se entiende.

Soy una persona trabajadora y trabajo en equipo.

Mira que me gusta lo de soy una persona trabajadora, de verdad que si encuentro a alguien que me diga lo de: vago/a redomado/a le pongo un monumento por «pensamiento divergente». En el párrafo,  en el que le especificas por qué quieres trabajar con ellos;  tienes hablarles de logros, no de estudios, de aquellas tareas que has desempeñado y que pueden encajar en su organización. Si no has investigado su empresa difícilmente sabrás contestar a esta cuestión.

La lista de habilidades «deseadas» y no contrastadas

En línea con lo anterior, como ahora está de moda hablar de habilidades y competencias, me hago un listado y lo recito cual oración, larga, y sin ninguna prueba que refute, refuerce o constate que mi trabajo o experiencia me dota de las mismas.  Es como un check list de «lista de habilidades que me gustaría tener pero que pongo aquí porque quedan bien y seguro que le gustan a quien las lee». Candidatos que hablan de trabajo en equipo y lo más cercano a un equipo, ha sido su ordenador (chiste malo, no siempre se puede estar a la altura).

Háblame de mí (versión cambiada de Los Pecos)

A todos nos gusta que hablen de nosotros (bien a ser posible) a las empresas también. No te pases y empieces a adular a tu futuro empleador/a pero demuestra que los conoces y en qué áreas puedes ayudarles a crecer, innovar, mejorar, resolver…

Rescátame (Rescue me con banda sonora)

Aquí viene la parte lacrimógena de la misma. Suena duro, las empresas no quieren que les cuentes penas y mucho menos que apeles a tu situación (por muy dolorosa que sea) para que consigas que te entrevisten, eso lo hacían en el inenarrable «Entre todos» y por suerte lo quitaron.

Espera que revise mi agenda.

Preferiblemente llamarme de 10 a 14 horas al teléfono, no enviar mail. Pero ¿quién está buscando trabajo? Hay candidatos que tienen una agenda más apretada que Barack Obama, si es una carta de autocandidatura muestra disposición y facilita el contacto, ésto no es una cita y no hay que hacerse de rogar…

Ola k ase.

Cuánto daño hace WhatsApp y no pasar el corrector, hasta San Google Chrome tiene uno. Faltas como catedrales para dejar de seguir leyendo, no cuesta nada y es gratuito. ÚSALO.

Despídete correctamente.

Y eso no significa: atentamente se despide (a sus pies… en versiones más arcaicas y casposas). Agradece el tiempo y la atención que te han prestado, invítales a que contacten contigo, lleva la iniciativa. El motivo de una carta de autocandidatura no es que te lean, sino que lo que leen les lleve a conocerte. No olvides recordar tus datos de contacto y tu especial interés en conoceros personalmente.

Ahora, ya puedes empezar a escribir.

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About Belén Claver

Psicóloga, Máster en Dirección de RR.HH. y especializada consultoría de desarrollo profesional y RR.HH. Durante los últimos 20 trabaja con su consultora de desarrollo profesional y RR.HH. para diversas consultoras, colegios profesionales, escuelas de negocios, emprendedores y empresas. Compagina su actividad como consultora con proyectos de Interim Management y formación especializada en RR.HH.

12 Comments

  • Cristina dice:

    Un artículo muy interesante …más claro imposible !!! Te seguiré sin duda pues aprenderé mucho seguro!! Muchas gracias Belén y encantada…un abrazo

  • Ernesto dice:

    Saludos Belén, gracias por sus comentarios; son buenos
    Un abrazo

  • Alejandra dice:

    Buenas Tardes
    He leído el artículo y me parece interesante ver la otra cara del problema del empleo.
    Sí, porque si los profesionales de RRHH. se cansan de ver Estimados Señores y otras cosas mencionadas, hay que pensar que los que buscan un empleo a veces no pueden ver aquellas cosas que existen en la actualidad como formalidades, actitudes, posiciones, formas de hablar, expresarse que están en vigor únicamente porque no hay trabajo. Si hubiera excesiva
    oferta de empleo , entonces otro gallo cantaría.
    No obstante es importante informarse de todos los errores que podemos cometer involuntariamente , lo que es una pena es que a un profesional de muchos años de experiencia le entreviste para un puesto ejecutivo una señorita de 28 años con posible
    Doctorado en RRHH ,y le elimine porque no encaja en un juego que hacen cuatro
    candidatos para saber si una señora se ahoga o no por un puente.
    Pedían un Contable Senior y la empresa es una de las cuatro auditoras más grandes de
    España. Todo un ejemplo para pensar.
    Muchas gracias por tu consejo como profesional
    Saluda atentamente.-

    • Hola Alejandra,

      Gracias por pasarte por mi blog y comentar. Me parece estupendo que aportes la otra cara del problema, y siendo cierto, de que hay menos oferta, en el artículo intento poner el acento para diferenciarnos y sobresalir ante muchos candidatos.
      No es menos cierto, que muchos errores son involuntarios, pero créeme hay cosas que podrían evitarse. Sobre la cuestión de la idoneidad de que una persona joven entreviste a una mayor o con mayor experiencia estoy en desacuerdo. Los/las profesionales de RRHH hacen un estudio y descripción del puesto, valoran las competencias y las habilidades deseables para el mismo a través de entrevistas o pruebas técnicas, entrevistas por compentencias, assessment center y en base a esto proponen candidatos en algunos casos a las empresas que los contratan o a sus superiores, no es un capricho ni despotismo de la persona que ostenta la posición de RRHH, a pesar de que en muchas ocasiones puedan cometerse errores como en todos los trabajos.

      Gracias de nuevo. Un saludo.

    • Vanesa dice:

      Me encanta tu punto de vista! Muy acertado.

    • Gracias Vanesa, me alegra de que te haya gustado. Un saludo!!

  • germanbz dice:

    Me parece interesante el artículo, y prácticos algunos de los consejos. Pero quizá veo un poco excesiva la importancia en la personalización de las cartas y la parece que casi ofensiva forma impersonal.
    Hay que tener en cuenta que normalmente no es habitual el publicar los organigramas concretos de las empresas y más aún aunque así fuera nunca puede estar uno seguro de quien será la primera persona que leerá los currículum.

    Por otra parte este tipo de encabezamientos en cartas es bastante estandarizado y asumido no sólo en España sino internacionalmente. En resumen, si se puede personalizar bien, pero si no, no creo que sea de tanta importancia. En trabajos anteriores he recibido numerosas cartas con encabezamientos impersonales o plurales y no suponían ninguna sorpresa, incomodidad u ofensa para mí, me parecía absolutamente normal que los remitentes no conocieran mis datos particulares.

    Añadir finalmente, que desde el punto de vista del trabajador, podría también hacer una pequeña crítica a «los departamentos o individuos» encargados de recibir los CV. Antiguamente al menos según mi experiencia era más común, al menos a partir de cierto nivel de trabajos, que a uno le contestaran las cartas enviadas simplemente por un tema de agradecimiento por el interés mostrado por la empresa. Ello se puede decir que ha desaparecido por completo, ya ni siquiera se contestan con mensajes automatizados con frases estándar. Lo comento porque tanto que se insiste en la lógica cordialidad, educación, formalidad y respeto al tiempo por parte del empresario, no estaría mal que a veces ello también fuera bidireccional…aunque sea con un frío mensaje automático.

    • Totalmente de acuerdo, en que no siempre se puede conseguir esa personalización, pero lo que intento explicar es que en muchos casos las redes profesionales, los contactos, pueden ayudarte, que no se consigue en todos casos, pero al menos demuestra que se ha tomado algo de interés. Mi crítica venía porque recibo cartas de autocandidatura y en mi web, por ejemplo, es muy fácil encontrar mis datos, mail y nombre.

      Con respecto a dar las gracias, entono el mea culpa. Aunque he escrito en muchas ocasiones sobre eso en el blog, criticando que no se haga. Pero si te sirve de consuelo Germán, yo siempre respondo. No será mucho pero será mi aportación.

      Gracias por visitar mi blog y dejar comentarios.

      Un saludo.

      Gracias

  • Jose González dice:

    Estimada «señora» con respecto a su parrafo «a mayor parte de las cartas empiezan con un: Estimados Señores, cosa lógica y normal, ¡claro!, todos los que trabajan en RRHH son señores y son un grupo. Vamos bien, antes de mandar una carta asegúrate por todos los medios de conocer a su destinatario/a y nombrarlo, las redes profesionales, la web de empresa y el trabajo de investigación previo (sí, debe haber habido investigación apriori) te facilitarán el camino. Esta muy bien recibir carta de presentación con “Estimados Señores” y ser, una y señora, me suena de algo pero no caigo.»

    No estaria de mas recordarla que en la lengua castellana, el uso del plural masculino generico, engloba ambos generos. Recuerde la gloriosa frase «Srs miembros, y Sras miembras del congreso…..»

    • Estimado Sr. González,

      Gracias por pasarse por mi blog. Si bien es cierto, que el plural masculino engobla a ambos sexos, no se centra el párrafo que indica en eso, me gustaría recordarle (recordarla es un laísmo, ya que nos ponemos académicos) que el mismo habla sobre la necesidad de personalizar y saber a quién se dirige cada carta de autocandidatura. Disculpe sino me siento identificada (yo, femenina y singular) con el «estimados señores» (masculino y plural) debe ser alguna distorsión cognitiva…

      Con respecto a la última cita, existen en castellano ambas formas: estimados señores y estimadas señoras, por ello, entienda que me permita el uso de ambas.

      Reciba un cordial saludo

      PD: Si atisba cualquier rasgo de dar voz o igualar ambos géneros en mis escritos, está en lo cierto.

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