Qué es liderazgo humano, qué es el fracaso del líder.

Mucho se habla y se escribe de la capacidad de liderazgo, como una habilidad que deberían cultivar los líderes de nuestras empresas, grupos de trabajo o los propios emprendedores.
Son múltiples las teorías y atributos que adornan, o a juicio de los expertos, deben definir a un buen líder, pero poco o escasamente se habla de la humanización del líder y de sus fracasos como rasgo humanizador.
Confiamos en que el líder sea un gurú infalible al que poder recurrir. Se presenta como el «Mesías» que guiará nuestros pasos hacia un futuro mejor, pero el fracaso, eso no, eso son palabras mayores.
Contrariamente a lo que pudiera parecer, el líder tiene que asumir la posibilidad de fracasar. El líder ha de ser humano, no un robot o máquina de múltiples e infalibles respuestas, de lo contrario poco o nada se identificarán sus equipos con él o ella.
En las múltiples teorías que pudiésemos exponer sobre el liderazgo (que da para mucho y muy variado), el líder ha de ser una persona que destaque por una serie de cualidades que no poseen el resto de los miembros que componen su grupo o equipo. También es cierto, que no lograrán sentirse identificados con su líder si sus características o cualidades están a años luz de las de su equipo, o pertenecen a una persona a la jamás podrán emular.
Es aquí donde entra la teoría de la humanización del líder y sus fracasos como nexo de unión entre los distintos miembros del grupo. Un líder que no se equivoca, no comete errores, difícilmente será un objetivo a alcanzar o a imitar, ya que poco no o nada nos reflejaremos en él.
Sentir como miembros de un equipo que podemos contribuir a disminuir los errores de nuestro líder, o bien, ayudarlo en los momentos de incertidumbre no sólo reforzarán su figura como guía del equipo. Servirán como elemento de cohesión y unión de los equipos o grupos de trabajo.
No podemos asumir nuestros propios errores y no identificar que nuestros líderes también pueden cometerlos y no por ello, mermar su capacidad como tales. Tampoco debemos olvidar que existe un líder porque hay un grupo, sin grupo o equipo no hay liderazgo.