¿Somos mal@s? Hace un año rescataba este artículo Frases Lapidarias para una entrevista de trabajo, en el que comentaba algunas de las situaciones que a veces, repito a veces, los de RR.HH. somos testigos mientras realizamos nuestro trabajo de selección.
Es un artículo antiguo y al «republicarlo», volvieron a cargar contra lo mismo de siempre:
- Falta de elegancia
- Deshumanización
- Falta de respeto
- Poca profesionalidad
- Etc., etc.
(los comentarios ofensivos a estas alturas del partido, ya no los voy a reproducir, estoy mayor)
Nota: en estos tiempos en los que el humor es un componente delictivo, ya no me extraña ninguna cosa. Estamos empezando a tener la piel muy fina y a considerar la ironía un arma letal…
Lo dicho, los de RR.HH. somos malos, muy malos.

A mi no se me escapa que buscar empleo es difícil y que hay gente que no tiene suerte, porque sí, la suerte influye. Es bestia, pero es así. Pero si escribo un artículo en «modo ironía on» al menos podemos intentar «pillarlo», y también intentar discernir lo que es una opinión de un dogma de fe, no pretendo ser la adalid o el tarro de la quinta esencia de los RR.HH., Dios me libre.
Las faltas de respeto a las que muchos de los comentarios aducen podríamos replicarlas con un castizo: en todos lados, cuecen habas. Faltas de respeto también las sufren las personas, repito, PERSONAS que realizan los procesos de selección, no somos amebas, ni nos criamos en macetas.
Algunos ejemplos de que los de RR.HH. somos mal@s, muy mal@s:
- No presentarse a una entrevista de trabajo. A veces ni siquiera llaman para disculparse, total los de RR.HH. son malos y pueden estar esperándote toda la vida y luego le dicen al resto de departamentos que han estado pasando la mañana
- Preguntar a un candidato qué conoce de tu empresa y decirte que no sabe nada. Denota un interés bárbaro (esto es ironía, por aquello de matizar) ¿tú lo contratarías?
- Introducir una pregunta en un formulario de empleo y contestarla con «no conozco, no sé» (Nota, al menos copia y pega de internet…)
- Casi cerrar una vacante y quedarte plantado…
Y no sigo, claro que no somos infalibles, que la culpa será nuestra, que algo habremos hecho. Seguramente yo la primera, pero también apliquemos un poco la autocrítica, que a veces, y si no es muy despiadada, nos ayudará crecer. Me diréis que tampoco es para tanto, pero significa perder tiempo, reconducir procesos y otros contratiempos que a días sacan tu lado más Michael Douglas…
Nota, para aquellos que penséis que no «doy cera» a los de mi gremio, ya escribí esto hace tiempo. La entrevista canalla.
Lo dicho, falta humor, mucho humor y es una pena. ¿Habrá que medir el humor como competencia clave? Mi voto es que sí.
PD: Como siempre voy ganando amig@s por año ;P