Soy fe@, pero tengo ideas y cerebro ¿Me contratas?

Ayer Buenafuente entrevistaba a Pau García Milá, alguien a quien algun@s conocimos por primera vez el día de la persona emprendedora en Valencia. No voy a contar nada nuevo ni a descubrir a Pau, creo una búsqueda en Google de dará más información que yo; sólo una frase suya me sirve de inspiración para escribir este post.

Dice Pau algo así:

«Tengo en mi ordenador una pegatina que dice: nunca te rías de un friki porque puede llegar a ser tu jefe».

Gran verdad. Curiosamente esta afirmación me la llevo al terreno de los recursos humanos por un lado y por otro a la selección de personal.

Vayamos por partes: me la traigo a recursos humanos por el tan traido y llevado tema de la apariencia en el lugar de trabajo, por la legión de chicos/chicas hombres/mujeres uniformados que pueblan el metro a tempranas horas de las grandes ciudades.

¿De verdad se piensa mejor con corbata y con tacones altos?

¿Estamos demasiado obsesionados con el tema de la imagen que perdemos de vista la «imagen interna»? Subestimamos demasiado las ideas al envoltorio, es decir, a la apariencia personal  que nos las presenta, esquemas de pensamiento rígido no nos dejan espacio al pensamiento lateral o divergente, en cristiano, que existen muchas maneras de ser un buen profesional y no siempre están debajo de un traje o de unos estupendos tacones.

Soy fe@ pero tengo ideas y cerebro.

Durante un tiempo trabajé para una consultora que no dejaba llevar pantalones vaqueros ni zapatos bajos, además de ir convenientemente maquilladas. Creo que eso no me hizo más inteligente, ni siquiera un poco más avispada. (si es que lo fui alguna vez…) Lo que si recuerdo con devoción es poder librarme de ellos durante el fin de semana. Curiosamente en algunos de los best places to work la apariencia y en concreto la indumentaria no prima a la hora de contratar ni de trabajar dentro de su organización. Lo que prima es que hagas el trabajo y lo hagas bien (lógico, ¿no?). Si en una época en la que todo cambia a velocidad de vértigo, que las condiciones de trabajo deben ser atractivas para los que conformen nuestra empresa, ¿no deberíamos quitar y desterrar ciertas normas que actúan de «repelente del talento»?.

Me surgen más dudas ¿hay unos límites de apariencia personal que no se deben traspasar? No sé, me cuesta decidir dónde están (no obstante, si apunto al menos un mínimo de limpieza y pulcritud, que de todo hay…) También me cuesta decidir quién pone esos límites y en base a qué parámetros.

¿Se requiere buena presencia?

Vamos al segundo punto, la selección de personal, señoras, señores no es tiempo de ir desterrando el se requiere «buena presencia» de ciertos anuncios de empleo… (No entraré a debatir el termino presencia…)

Y aquí cuento algo que me comentó una consultora de selección, en unas pruebas de selección para una prestigiosa entidad financiera quedó como candidata final una chica que cumplia todas las competencias y habilidades requeridas para el puesto, pero su aspecto físico (la chica no poseía la talla requerida, se ve que si pasas de la 38, tu cerebro también y el de los/las que te seleccionan es tallas petite) la desestimó por no casar con la imagen de dicha entidad… Sobran comentarios,  no sabía yo que a mayor peso menor raciocinio, se ve que es día en la facultad de psicología no fui a las prácticas (estoy empezando a pensar que me salté muchas clases)

Para finalizar, me gusta que se rompan ciertos estereotipos, que los que nos dedicamos a RR. HH. empecemos por dejar los prejuicios en casa y nuestra estrechez de miras para empezar a seleccionar en base a competencias y habilidades, no en si el candidato viene mejor o peor vestido. Si queremos gestionar el talento tenemos que recolectar cerebros no trajes, dejar de ser almacenes de ropa y empezar a almacenar, cuidar y retener a los portadores de la ideas, bajo cualquier apariencia. Sino que se lo pregunten a Steve Jobs CEO y presentado sus productos en vaqueros…

¿Y tú qué opinas?

 

Join the discussion 3 Comentarios

  • Pacomail kickfree dice:

    No quiero gente guapa o supersimpatica. Quiero buenos profesionales que den un plus. Creo que la mentalidad de buenrollo y postureo latino no funciona…

  • Javier dice:

    Soy partidario de mantener un supermínimo de buena imagen que no deje lugar a que una persona sea prejuzgada, pero que a su vez esta persona sea ella misma, mostrandose como es tal cual.Seguro que es un buen profesional y ademas sincero en muchos aspectos y abierto de ideas. (Buenooo… no siempre… me acordé ahora de uno… )

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