Tomar decisiones es una de las competencias esencial (a veces inusual) que todo directiv@ debería poseer.
¿Pero ésto sólo atañe a directivos? Los mandos intermedios, profesionales y empleados, no las toman… Respaldar la toma de decisiones como una competencia clave no sólo en el trabajo sino en la vida conlleva una serie de consecuencias, que no siempre tienen que ser malas.
Tomar decisiones implica olvidarse de los condicionales y la opciones descartadas.
….y si hubiéramos arriesgado más en esta operación, …y si hubiéramos contratado menos personal.Olvidarse de por qué no hice aquellas opciones que deseché. No implica no aprender para procesos futuros de decisión, pero enquistarse en el pasado nos hace perder el tiempo y por ende, la rentabilidad. En definitiva, evaluar las consecuencias sí, pero no desarrollar bucles sin solución.
Implica arriesgar.
Implica que quien no decide no se equivoca nunca. Aplicado a muchos de los procesos de orientación laboral implica que hay que elegir entre un amplio abanico de opciones, pero elegir, decidir; estar en una eterna disección de alternativas, vías, supuestos y condicionantes nos lleva al más absoluto encallamiento e inactividad.
Tomar decisiones implica responsabilidad y asumir el mando.
Cuando uno toma decisiones no puede pretender que los demás miembros del equipo las tomen por el/ella; cuando una persona toma decisiones debe asumir su responsabilidad y las consecuencias (beneficiosas y negativas) que conlleva. Consultar al equipo sí, consensuar también, pero hacerse responsable de las decisiones y por ende de las consecuencias, es algo que no debemos olvidar.
Implica buscar soluciones.
Una característica fundamental de la toma de decisiones no es pensar en problemas sino cambiar los esquemas de pensamiento hacia la solución de situaciones, en la creación de nuevas alternativas a problemas de la organización. Si pensamos en soluciones evitaremos los bloqueos producidos por el pensamiento en problemas y la difícil solución de los mismos.
Tomar decisiones implica flexibilidad y creatividad.
En la búsqueda de la solución perfecta olvidamos que entre dos situaciones extremas o contrapuestas existen innumerables matices y secciones de la situación. Esto se da en procesos de negociación competitivos en los que sólo vale el todo o nada, impidiendo parcializar problemas y tomar decisiones sobre segmentos o partes de un mismo asunto. Implica creatividad, de hecho tomar decisiones creativas conlleva al crecimiento, a salirse de los límites establecidos.
Tomar decisiones implica jerarquizar y ordenar los objetivos de las mismas.
Pensamos en los procesos empresariales como unidades indivisibles, en procesos de toma de decisiones compuestos por varios ítems sobre los que tomamos una única decisión, sin parcelar o dividir, aplicando decisiones globales para procesos parciales que nos impiden llegar a soluciones óptimas. Baste como ejemplo algunos ERES…
Tomar decisiones implica decidir, solucionar y asumir las consecuencias de las mismas.